El Vuelo de la Pupila no tiene un tema concreto. Es un intento de dar orden y coherencia a mis derivas fotográficas.
Cuando fotografío no suelo hacerlo con ideas preestablecidas sino que disparo con el corazón, cuando algo me conmueve y siento que tengo usar la cámara.
Luego trato de dar sentido a todo este conjunto de corazonadas en la edición. Seleccionar, ordenar y relacionar las fotos entre sí para que hagan un todo coherente y en parte abierto para el espectador. No habla de ningún colectivo o lugar concreto, más bien es un punto de encuentro entre mi mirada y la del público que contempla lo que miré.
En este caso el título El Vuelo de la Pupila y un texto adjunto de Alan Moore sugieren un sentido -más melódico que conceptual- a la secuencia.
El Vuelo de la Pupila es una forma poética de hablar de la mirada, que a diferencia del mero y pasivo “ver” implica una voluntad expansiva de adentro a fuera, de ahí su vuelo… Esa pupila liberada al limitarla (paradójicamente) a las cuatro paredes del encuadre, dando forma y transfigurando la realidad.
“Algo ya se ha perdido, una cierta voz, una cierta visión.
Mientras se aleja de nosotros en aquella niebla sin habla antes de que conociéramos el resplandor del mundo, cuando la forma era todo nuestro vocabulario”
Alan Moore