Horizonte de Sucesos explora el difícil equilibrio emocional con nosotros mismos y con las relaciones que establecemos con los otros.
Uso una metáfora cosmológica, mediante un texto que incluyo en el trabajo:
El Horizonte de Sucesos es la región límite de una estrella colapsada. Un Agujero Negro: danza cósmica de sombra y luz.
Cruzarlo o no define lo que está atrapado para siempre y lo que aún tiene oportunidad de escapar.
El Estado buscó la forma de aumentar el rendimiento mediante la densificación de la labor humana: cada segundo, cada movimiento del operario,
fue aprovechado al máximo y el hombre quedó finalmente convertido en un engranaje de la gran maquinaria.
Ernesto Sábato, Hombres y Engranajes.
El Vuelo de la Pupila no tiene un tema concreto. Es un intento de dar orden y coherencia a mis derivas fotográficas.
Cuando fotografío no suelo hacerlo con ideas preestablecidas sino que disparo con el corazón, cuando algo me conmueve y siento que tengo usar la cámara.
Luego trato de dar sentido a todo este conjunto de corazonadas en la edición. Seleccionar, ordenar y relacionar las fotos entre sí para que hagan un todo coherente y en parte abierto para el espectador. No habla de ningún colectivo o lugar concreto, más bien es un punto de encuentro entre mi mirada y la del público que contempla lo que miré.
En este caso el título El Vuelo de la Pupila y un texto adjunto de Alan Moore sugieren un sentido -más melódico que conceptual- a la secuencia.
El Vuelo de la Pupila es una forma poética de hablar de la mirada, que a diferencia del mero y pasivo “ver” implica una voluntad expansiva de adentro a fuera, de ahí su vuelo… Esa pupila liberada al limitarla (paradójicamente) a las cuatro paredes del encuadre, dando forma y transfigurando la realidad.
“Algo ya se ha perdido, una cierta voz, una cierta visión.
Mientras se aleja de nosotros en aquella niebla sin habla antes de que conociéramos el resplandor del mundo, cuando la forma era todo nuestro vocabulario”
Alan Moore
El título alude a las señales de los televisores analógicos desintonizados. La nieve con su ruido blanco. La potencialidad de una imagen que puede nacer del aparente caos de los infinitos estímulos visuales.
La mirada consciente concreta esa aleatoriedad fotográficamente, ordenando el caos. Secuencias de imágenes que se enfocan y sintonizan para volverse a desintonizar, parpadeando los ojos o con el obturador de una cámara.
Estas imágenes han sido tomadas con una cámara digital prescindiendo de ópticas, directamente con el sensor de la cámara.
La Raya es el nombre popular que tiene la antigua frontera medieval entre Castilla y Aragón, en la provincia de Soria. Mi pueblo, Monteagudo de las Vicarias, está en plena celtiberia castellana.
Sus paisajes no son accesibles para mucha gente, acostumbrados a identificar lo bello con «lo verde». Es una belleza sutil, no evidente, casi para iniciados. Hermosa desolación, brotes inesperados de vida, vacío donde es posible sentirse más profundamente. Silencio con el Todo. Acompañado.
El más conocido de esos iniciados fue Antonio Machado. No se sabe si estuvo en mi pueblo, es posible. Pero seguro que al menos sí sabía de su existencia, pues su esposa Leonor pasó parte de su niñez en él. Lo que explicara al poeta queda como misterio y evocación, guardado el secreto en el “campo que parece que sueña”
En la órbita del pueblo, los espacios y las vías del tren abandonadas riman con los versos que Machado escribió mientras soñando, viajaba en el tren.